domingo, 11 de octubre de 2009

"DEL NEUQUÉN POR EL NEUQUÉN PARA LA PATRIA




Prof. Elsa Esther Bezerra
Miembro de Número de la Junta de Estudios Históricos del Neuquén


La palabra del maestro deberá ser siempre clara y sencilla para lograr el efecto necesario y atraer el interés del alumno con términos agradables y efectivos y que despierten interés.
El maestro que sepa emplear palabras que comprendan a los alumnos, que penetren en su mente y hasta en sus sentimientos; que los convenza, que los conquiste para sus persuasivas y sencillas explicaciones, habrá resuelto la mitad del problema.
Es necesaria una instrucción superior, se ha dicho, para llegar a la sencillez. Ser sencillo no es ser inferior, por el contrario, es elevarse en la consideración de los demás.
En definitiva, la naturaleza de los pueblos se revela por su lenguaje y es en el maestro de escuela primaria, de niños o de adultos, en quien recae antes que en otros, el deber ineludible de afianzar su enseñanza. Hablar y escribir con propiedad es la meta. Para obtenerlo deberá usar su ingenio simplificando sus lecciones hasta conseguir penetrar en el alma del alumno. (Cartilla Alvareziana. 1989. pág 11)

Gregorio Álvarez

Nota: Ud. puede solicitar el artículo a su autora.